La colección de Austen

La colección de Austen

martes, 30 de agosto de 2016

Heroínas, héroes y villanos


Sin duda alguna si ha leído los libros podrás apreciar mejor este pequeño análisis e incluso juzgar por usted mismo que tan bizarro o exacto es el artículo.

En todas las historias podemos encontrar que Austen se esforzó mucho para darle un final adecuado a sus personajes sin abusar de la imaginación del lector o forzar un resultado. Ciertamente está centrado en dilemas femeninos de la época y hasta algunos que perduran por lo que no es de extrañarse que el matrimonio sea, en resumen, el objetivo.

Entonces comencemos con las heroínas. Austen concibió a sus protagonistas como mujeres bellas, inteligentes, con una personalidad peculiar a su entorno y un rasgo sumamente marcado mayormente usado en su contra; por supuesto en grado mayor o menor. Ellas mantienen una mentalidad influenciada por la educación de la época mas no por ello siguen estrictamente el comportamiento supuesto. Un claro ejemplo es la determinación inicial de Emma en quedarse soltera o la expresión completa de los sentimientos de Marianne. 

Asimismo, nos encontramos con dos grupos de heroínas: las centrales y las acompañantes. Estas últimas son las confidentes que brindan confianza y un punto de vista diferente al narrado, a pesar de que este último no siempre sea el correcto; como es el caso de Jane Bennet o Harriet Smith.

Tampoco nos podemos quejar de variedad. Ninguna tiene su situación familiar y/o económica igual a la otra. Pobre, rica, holgada. La posición necesaria para resaltar su creación y lograr el efecto esperado juega un papel importante en el contexto.  

En cuanto a los héroes, no conozco una dama hasta ahora que no haya admirado a alguno de los caballeros asutenianos. El patrón es el ideal: apuestos, educados, de buenas intenciones, de posición económica suficiente para brindarle comodidad a su dama y escarmentados de alguna u otra forma por la misma. Curiosamente suelen ser diferentes en cierta forma a su pareja, equilibrando así el romance para beneficio de ambos (la ingenuidad de Catherine Morland y la objetividad de Henry Tilney, etc). Por supuesto estos también se dividen en dos grupos en algunos casos si consideramos los amigos atados indiscutiblemente en la trama.

Finalmente tenemos al equipo de los malos. Son personas ambiciosas, intrigantes y astutas que les darán problemas a los amantes en distintos grados; además mantienen una conexión directa o indirecta con alguno de ellos. Esta es una clasificación problemática, pues Austen nos hace odiar de diversas maneras a estos seres que casi nos cuesta entender como no les dan una bofetada bien merecida. En este punto debo admitir que yo considero a Frank Churchill como un villano menor y hasta el más "bueno" de todos ellos, porque su falta de tino al actuar apenas se puede considerar un desliz grande. De forma irónica tenemos a Lady Susan aquí, la única protagonista de Austen que rompe con la serie por su falta de moral.

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